En esta escena de Ciudad de DIos, puede verse como se construye el estatus alto de Bené, un traficante funky y simpático, por contraste con Ze Pequeno, su amigo de infancia, que se ha vuelto amargado, peligroso y psicopático. Bené se impone por su carisma, extroversión y generosidad con las personas que le rodean.